14 DE NOVIEMBRE. DÍA MUNDIAL DE LA DIABETES

LAS REVISIONES PERIÓDICAS DE LA VISIÓN PERMITEN LA DETECCIÓN PRECOZ DE PROBLEMAS OCULARES EN DIABÉTICOS

La pérdida de visión es el principal miedo de los enfermos de diabetes. De hecho, el 12% de los nuevos casos de ceguera están provocados por esta enfermedad crónica y de los 6 millones de españoles con diabetes, el 30% tiene problemas de visión. Además, aquellos que no controlan de manera adecuada la enfermedad tienen hasta 25 veces más posibilidades que una persona sana de sufrir una pérdida de visión severa., Estos cambios oculares pueden detectarse de forma precoz y recibir tratamiento médico. Sin embargo, como ocurre con la diabetes a nivel general, la detección de la retinopatía diabética, afectación patológica que se produce en el tejido sensible a la luz ubicado en el fondo del ojo (retina), es inadecuada porque solo el 60% de las personas con diabetes acuden a exámenes visuales anuales. Esto es desafortunado, teniendo en cuenta los importantes avances de los últimos años en la evaluación y en el tratamiento de la retinopatía diabética.
“La retinopatía diabética no presenta signos en sus primeras etapas y cuando se detecta suele estar en un estado tan avanzado que la pérdida de visión ya es irreversible. Por este motivo, es fundamental que los diabéticos acudan al óptico-optometrista para realizarse revisiones visuales completas y los controles pertinentes” señala Andrés Gené, presidente del COOCV. En este sentido añade que “ante el menor signo o sospecha diagnóstica el óptico-optometrista derivará al paciente al médico oftalmólogo para su valoración y tratamiento médico correspondiente”.

LA RETINOPATÍA DIABÉTICA

La retinopatía diabética es la complicación microvascular más común de la diabetes que afecta a los vasos sanguíneos de la retina. En la actualidad es la principal causa de ceguera en edad laboral en el primer mundo y se estima que afecta a un 65 por ciento de los pacientes con diabetes tipo 1 y a entre un 20 y 25 por ciento de las personas con diabetes tipo 2.

Algunos de los síntomas que pueden alertar a los enfermos suelen ser la visión borrosa y la dificultad para ver de noche. Además, las personas que padecen asociado edema macular sufren una disminución progresiva de la visión.

Concluye Andrés Gené, presidente del COOCV, que “el trabajo en equipo de todos los profesionales sanitarios involucrados es fundamental por el bien del paciente. Se debe tomar conciencia de que la detección temprana y el tratamiento adecuado pueden prevenir la pérdida de visión y reducir el serio impacto de la diabetes en los pacientes.”

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