Este análisis revela que esos objetos de cristal encontrados en la Acrópolis de Rodas podrían tratarse de rudimentarias lupas para trabajar las filigranas y decoraciones de las joyas fenicias. La hipótesis podría ser válida y demostrar que las piedras de aumento que usaban los romanos tenían un pasado mucho más antiguo de lo esperado.
Está claro que las propiedades de aumento de ciertos vidrios debieron conocerse desde antiguo. Ahora bien, esto parece una especie de caja de pruebas de lupas de distintos aumentos.
No obstante, en el Museo de Rodas hay tres lupas datadas en el siglo VII-VI a.c. lo que indica que cierto conocimiento óptico en la época existía.
Opinión de Diego Garrote Valero, de la vocalía de Historia y Humanidades del CGCOO
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